El Fenómeno "XX"

Los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido testigos de una controversia sin precedentes relacionada con la participación de atletas en la categoría femenina, marcada por el llamado "Fenómeno XX". Este término se refiere a la controversia surgida en torno a la presencia de atletas con cromosomas XY en competiciones femeninas, lo que ha generado un intenso debate sobre la equidad y la integridad en el deporte. 

El Caso de Imane Khelif

El fenómeno se centra en el caso de la boxeadora argelina Imane Khelif, quien fue descalificada en 2023 por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) debido a que no cumplía con los criterios de elegibilidad para la categoría femenina, que requieren la presencia de cromosomas XX. Sin embargo, en los Juegos Olímpicos de París, Khelif fue autorizada a competir por el Comité Olímpico Internacional (COI), que se basó únicamente en el género registrado en su pasaporte, sin realizar pruebas de cromosomas​. El caso de Imane Khelif en los Juegos Olímpicos de París 2024 ha generado una considerable controversia y debate. Diversas afirmaciones contradictorias han circulado respecto a su identidad de género, y aquí se busca aclarar estas incógnitas con la información disponible.

Khelif no es “trans”

Imane Khelif no se identifica como persona trans. Desde su nacimiento y en todos sus documentos oficiales, ha sido registrada como mujer y ha competido en la categoría femenina durante toda su carrera en el boxeo. Las afirmaciones de que es "trans" son incorrectas​.

TImane Khelif no es tampoco, sin embargo, “una mujer con altos niveles de testosterona”. En 2023, la Asociación Internacional de Boxeo (la IBA, por sus siglas en inglés) descalificó a Khelif de la categoría femenina en los mundiales (y también a Lin Yu-ting, quien también está participando en los Juegos Olímpicos en la categoría femenina en boxeo) por no cumplir con los criterios de elegibilidad para participar en ésta. Una de sus contrincantes, la mexicana Brianda Cruz, afirmó que nunca había sentido tanto dolor por los golpes en sus trece años de carrera. La IBA tiene un único criterio de elegibilidad para participar en la categoría femenina: tener cromosomas XX, y se reserva expresamente la posibilidad de comprobarlo a través de un test de verificación de sexo. Aquellos con cromosomas XY son descalificados. Así consta en su reglamento: 

"Mujer: significa un individuo con cromosomas XX. Para este propósito, las boxeadoras pueden ser sujetas a un test de sexo aleatorio o dirigido para confirmarlo, que servirá como el criterio de elegibilidad de sexo para las competiciones IBA". 

La descalificación de la categoría femenina solo puede deberse a no tener cromosomas XX. Por tanto, la descalificación de Khelif y Yu-ting solo puede deberse a que se les encontraron cromosomas XY. La IBA, que ha recordado esta descalificación ahora mediante un comunicado, ha indicado que no se le hizo ninguna prueba de testosterona.

Participación en los Juegos Olímpicos

A pesar de su descalificación por la IBA, Khelif pudo competir en los Juegos Olímpicos de París 2024 debido a que el Comité Olímpico Internacional (COI) sigue un enfoque diferente. El COI no realiza pruebas de cromosomas y se basa en el género registrado en el pasaporte del atleta. Por lo tanto, como Khelif tiene un pasaporte que la identifica como mujer, se le permitió participar en la categoría femenina​​. Es probable que tenga una condición de desarrollo sexual (DSD), una anomalía que podría hacer que una persona con cromosomas XY sea registrada como mujer al nacer debido a la apariencia de sus genitales, es decir nació con genitales femeninos. Este tipo de condición es similar a la de la atleta Caster Semenya, que también tiene cromosomas XY pero ha sido registrada y ha competido como mujer. El COI ha reconocido que Khelif tiene una DSD​​. El COI dejó de realizar pruebas de verificación de sexo en el año 2000 y ha adoptado una política más inclusiva, permitiendo a las personas competir en la categoría de género que coincide con la identidad de género registrada en su pasaporte. Por el contrario, la IBA sigue utilizando pruebas de cromosomas para determinar la elegibilidad en la categoría femenina​.

Importancia de la segregación por sexo en el deporte

La segregación por sexo en el deporte tiene una base en las diferencias físicas y biológicas significativas entre hombres y mujeres, que pueden dar lugar a ventajas competitivas injustas si no se gestionan adecuadamente. Permitir la participación de atletas con cromosomas XY en competiciones femeninas puede afectar la equidad y la seguridad de las competidoras, desplazándolas en la clasificación y exponiéndolas a un mayor riesgo de lesiones​​. Como es el caso del combate entre la luchadora transgenero Fallon Fox contra Tamika Brents, donde Fox ganó a Brents por K0 provocandole una conmocion cerebral donde casi pierda la vida tras fracturarle 7 huesos del craneo.

Impacto en la Competición Femenina

La participación de Khelif y de otras atletas en situaciones similares ha suscitado preocupaciones sobre la equidad en la competición femenina. Muchas deportistas han expresado su descontento, argumentando que competir contra atletas con cromosomas XY introduce una ventaja física significativa debido a las diferencias en fuerza, velocidad y potencia, lo que podría comprometer tanto la integridad de la competición como la seguridad de las participantes​.

Este fenómeno ha reavivado el debate sobre las políticas de elegibilidad en el deporte femenino. El COI, que dejó de realizar pruebas de verificación de sexo en el año 2000, ha adoptado una postura más inclusiva, permitiendo que los atletas compitan en la categoría de género que coincida con su identidad registrada. Sin embargo, la IBA y otras federaciones deportivas aún utilizan pruebas de cromosomas para asegurar que las competiciones femeninas se mantengan justas y equilibradas​ ​.

Reflexión sobre el Futuro del Deporte Femenino

El fenómeno "XX" en París 2024 plantea preguntas fundamentales sobre el futuro del deporte femenino. La comunidad deportiva enfrenta el desafío de equilibrar la inclusión con la necesidad de mantener la equidad competitiva. Este debate es crucial para determinar si las competiciones deportivas seguirán segregadas por sexo y, de ser así, cómo se definirá y regulará la participación de los atletas de manera que se respete la integridad de la competición y la seguridad de todas las deportistas.

En resumen, el fenómeno "XX" en los Juegos Olímpicos de París 2024 destaca la complejidad de las decisiones que las organizaciones deportivas deben tomar para garantizar que las competiciones sean justas y seguras, al tiempo que se respeta la diversidad y la identidad de género de los atletas.

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